lunes, 21 de noviembre de 2011

Heatchcliff & Catherine

Acabas de demostrarme lo cruel que has sido conmigo, cruel y falsa. ¿Por qué me despreciaste? ¿Por qué traicionaste a tu propio corazón, Cathy? No tengo ni una sola palabra de consuelo, te mereces lo que tienes. Te has matado a ti misma. Sí, puedes besarme y llorar, y arrancarme besos y lágrimas: te abrasarán..., te condenarán. Si me amabas, ¿qué derecho tenías a dejarme? ¿Qué derecho?, ¡contéstame!, ¿es por la poca atracción que sentías hacia Linton? Porque ni la miseria ni la degradación ni la muerte, ni nada que Dios o Satán pudieran habernos infligido, habría podido separarnos, tú misma lo hiciste. Yo no te he destrozado el corazón,  misma te lo has destrozado, y al hacerlo también has destrozado el mío. Y tanto peor para mí, porque soy fuerte. ¿Crees que me apetece vivir? ¿Qué clase de vida tendré cuando tú...? ¡Oh, Dios! ¿te gustaría vivir con el alma encerrada en una tumba?

- ¡Déjame en paz!, ¡déjame en paz! -sollozó Catherine-. Hice mal, y ahora lo estoy pagando. ¡Pero ya basta! Tú también me dejaste, y no pienso reprochártelo. Te perdono. ¡Perdóname tú a mí también!

- Es difícil olvidar mientras miro esos ojos y siento estas manos exangües -contestó-. Bésame de nuevo, pero no me pidas que mire tus ojos. Te perdono por lo que me has hecho. Amo a mi asesino, pero al tuyo... ¿cómo podría perdonarle?

Emili Brontë - Wuthering Heights

No hay comentarios:

Publicar un comentario