martes, 15 de mayo de 2012

Aquel chico

Me giré rápidamente y allí estaba él, tan tímido y despistado como siempre, sentado sobre los escalones y mirando sin mirar a su alrededor. En una mano mantenía la carpeta, torpemente apoyada sobre su pierna y de la cual sobresalían hojas con anotaciones  y garabatos.
En la otra mano mantenía pacientemente las monedas que pagarían su trayecto de vuelta a casa y que de tanto en tanto sonaban graciosas entre sus dedos.
Ya lo había visto tantas veces... pero esa era la primera vez que captaba completamente mi atención, haciéndome sentir un nudo extraño en la boca del estómago que no me dejaba apenas respirar.
Seguía observando disimuladamente sus ojos azules, grandes y muy expresivos. Su sonrisa amplia, sincera, noble...ahora sentía mariposas, muchas mariposas revoltosas volando dentro de mi.

Me encantó...sencillamente me encantó ese chico, me encandiló con su mirada, con su forma de reír...me gustaba lo nervioso que se ponía cuando me acercaba y como se sonrojaba cada vez que nuestras miradas se cruzaban. Nunca podré olvidar como se pasaba horas calentando sus manos, apretando sus puños, para luego ofrecérmelas a mí para calentar las mías...frías por aquellos días de Invierno...Con que naturalidad conseguía cogerme de la mano...me encantó.

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